STEPÁN BANDERA Y EL NACIONALISMO UCRANIANO
La historia, en su base más simple, es el estudio del pasado. Estudiar y entender el por qué de algunas cosas ocurren en el presente siglo XXI, cuáles fueron las causas que llevaron a eso y a que se desarrollen conflictos de distinta índole. Como muchos saben, todo tipo de nacionalismo es excluyente. Una fuente recurrente que motiva conflictos armados en el mundo. Hoy vengo a hablarles de uno que ya cansa demasiado, y es el caso de Ucrania y el movimiento nacionalista que dirigió Stepán Bandera. ¿Quién era y por qué su nombre sigue resonando en esa parte de Europa?
Stepán Andriyovich Bandera nació el 1 de enero de 1909 en el poblado de Stari Uhríniv, en ese entonces Reino de Galitzia y Lodomeria dentro del Imperio Austrohúngaro (actualmente Distrito de Kalush en el suroeste de Ucrania). Su padre era un sacerdote de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, su madre venía también de una familia clerical de esa misma denominación religiosa. En 1917, los habitantes del poblado vieron pasar el frente de guerra y el hambre causado por las tropas del Zar Nicolás II, lo que ya marcaría sus puntos de vista acerca del Estado ruso a tan temprana edad.
Su madre murió de tuberculosis en 1922. Ese mismo año
ingresó a la organización de los boy scouts ucranianos Plast. Terminó
sus estudios escolares allá por 1927, ingresando en la Organización de
Nacionalistas Ucranianos (OUN). Fue ascendiendo rápido en sus filas, llegando a
ser jefe regional para 1933. Las actividades de la OUN se centraban en la
defensa de la independencia ucraniana frente a soviéticos y polacos, utilizando
de forma frecuente tácticas de guerrilla. Debido a esto, el NKVD los clasificó
como enemigos del Estado soviético y grupo terrorista.
En julio de 1934, Bandera fue arrestado por el intento de
asesinato del Ministro del Interior polaco Bronislaw Pieracki. Inicialmente
condenado a muerte, se le conmutó la pena a prisión perpetua. Estuvo en prisión
hasta el 14 de septiembre de 1939, cuando las tropas alemanas entraron en suelo
ucraniano tras haber invadido Polonia escasos 13 días antes (el inicio de la
Segunda Guerra Mundial). Casi de inmediato, el 17 de septiembre, la URSS
invadió Polonia, en virtud del Pacto Ribbentrop-Molotov en el que Stalin y
Hitler se comprometían a dividirse las esferas de poder en Europa.
Bandera fue nombrado líder de la OUN, que estaba
descabezada desde que su fundador Yevgeni Konovalets fue asesinado por el NKVD
en 1938, mientras Bandera estaba en prisión. Recibieron adiestramiento japonés
(el tercer país del Eje), lo justo para prepararse en caso de contraofensiva
soviética. Bandera reunió a los líderes regionales de la OUN y crearon el
Comité Nacional de Ucrania (UNK). Tuvieron que pasar 3 años para que las cosas
se pusieran serias para los nacionalistas ucranianos.
El 30 de junio de 1941, 8 días después del inicio de la
invasión nazi a la URSS, Bandera proclamó la independencia de Ucrania desde
Leópolis (ahora Lviv), la capital de Galitzia, la cual estaba bajo control de
los nazis. Bandera creyó que serían útiles para su causa, la de la
independencia total de Ucrania frente a la URSS. El posterior hallazgo de
ciudadanos de Leópolis asesinados por el NKVD (incluyendo judíos) fue
aprovechado por los invasores de la esvástica para iniciar pogromos. En apenas una
semana, 4000 judíos fueron asesinados. El gobierno provisional de Bandera fue
destituido y él fue encarcelado en el campo de concentración de Sachsenhausen hasta
septiembre de 1944. La OUN quedaba al mando de un rival de Bandera que sí era más
partidario de colaborar con los nazis: Andriy Melnik.
De nuevo, Stepán Bandera era encarcelado. En los años
posteriores, en especial 1943, la OUN asesinó a 100 mil polacos en Volinia y el
este de Galitzia, una limpieza étnica que demostraba el odio de los
nacionalistas ucranianos contra los polacos (y los judíos también, en esta
fase). El retroceso del ejército nazi tras Stalingrado forzó al gobierno títere
ucraniano a liberar a Bandera de su reclusión. Su esperanza: frenar como fuese
el avance soviético. Con el apoyo del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), Bandera
estableció su base de operaciones en Berlín, apoyado logísticamente por el
aparato militar nazi en la capital alemana.
Si bien es cierto que Bandera no se declaró contrario a
los judíos, permitió que miembros de la OUN participasen en actos de exterminio
en Ucrania. Cerca de millón y medio de judíos ucranianos fueron asesinados,
incluyendo toda la población judía residente en Leópolis. El único y gran objetivo
personal de Bandera era la independencia total de Ucrania frente a la URSS, y no
le importaba tener que colaborar con los nazis para lograr esos fines. No lo
consiguió, por eso, y tuvo suerte cuando Berlín cayó en manos de las tropas
Aliadas en mayo de 1945.
Permaneciendo como líder de la OUN y del UPA, Bandera
vivió en Múnich tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. El MI6 británico y la
CIA estadounidense lo utilizaron para infiltrar agentes extranjeros en la
Ucrania soviética en este último período de su vida. Pronto, su egocentrismo y
arrogancia lo dejaron solo y sin apoyo de las agencias de inteligencia
occidentales. Sus únicos apoyos vinieron de la comunidad de ucranianos
residente en Múnich y del nuevo servicio de inteligencia BND de la República
Federal Alemana. Lo que desconocían, sin embargo, es que agentes soviéticos se
habían infiltrado en el BND para investigar sus actividades.
El 15 de octubre de 1959, un día después de tener una
reunión en la sede del BND en Múnich acerca de operaciones encubiertas en
Ucrania, Stepán Bandera fue asesinado en la entrada de su domicilio mediante un
disparo de cianuro hecho por el agente del KGB Bogdán Stashynsky, que se
arrepintió inesperadamente de haberlo matado en su juicio (en el que fue
condenado a 8 años de prisión). Stashynsky declaró haber recibido órdenes de
matar a Bandera por parte del secretario general Nikita Kruschev y del director
del KGB Aleksandr Shelepin, al ser considerado un peligro para el Estado
soviético.
Bandera fue enterrado en el cementerio civil Waldfriedhof
de Múnich, con un funeral acompañado de 1500 ucranianos exiliados. Su
desconocimiento de la colaboración de Bandera con los nazis les llevaron a
afirmar que era un héroe de guerra. El hecho de que su asesino fuera un agente
soviético (el gran enemigo político del nacionalismo ucraniano) alimentó más
esa leyenda distorsionada, que sigue causando controversia en el presente. Por
cierto, el KGB negó su implicación en la muerte de Bandera. No fue hasta 2005
que Vladimir Kriuchkov, último director de la inteligencia soviética, admitiera
la veracidad de ello: “El asesinato de Stepán Bandera fue uno de los últimos
casos en que el KGB eliminó a personas indeseables por medios violentos",
admitió Kriuchkov al diario Komsomólskaya Pravda.
El 22 de enero de 2010, el presidente saliente de Ucrania
Viktor Yushchenko otorgó a Stepán Bandera el título póstumo de Héroe de
Ucrania, una decisión que fue criticada por el Parlamente Europeo, el Parlamento
de Polonia (Sejm) y la Duma Estatal de Rusia. Dicho premio fue invalidado por
el siguiente presidente Viktor Yanukovich en enero de 2011. En agosto de 2019,
la Duma Estatal de Ucrania rechazó volver a conceder ese premio. Relacionado
con la milicia que dirigió Bandera (la UPA), en 2014, el presidente Petro
Poroshenko declaró festividad nacional el día de la fundación de dicho grupo.
Más recientemente, sobre el asunto del legado de Stepán
Bandera, el 1 de enero de 2023 (por el aniversario de su nacimiento en 1909)
hubo sectores del Ejército ucraniano y del gobierno en Kiev que conmemoraron
esa fecha, lo que generó el rechazo del Parlamento de Polonia debido a la presumible
implicación indirecta de Bandera en las matanzas de Volinia en 1943. El 8 de
enero de 2023, la Duma Estatal de Ucrania retiró una imagen que mostraba al
comandante militar Valeri Zaluzhnyi con un retrato de Bandera en una base
militar del Ejército.
Como vemos, es un debate largo y controvertido, el legado
del máximo líder de los nacionalistas ucranianos. Grupos como los paramilitares
de Sector Derecho o el partido de extrema derecha Svoboda (que significa “libertad”
en ucraniano) ensalzan su figura como un símbolo de resistencia contra el
comunismo soviético. Son también contrarios a la comunidad judía existente en
Ucrania (siendo que el actual presidente Volodimir Zhelensky es judío) y al
idioma ruso, hablado mayormente por la población del Donbass en el este de
Ucrania.
Personaje controvertido, ayuda este texto a entender un poco más la situación política de Ucrania
ResponderEliminarMe parece muy interesante y clarificador cómo enlazas el pasado contemporáneo ucranio con el presente. Conocía al personaje, pero no con detalle...muchas gracias por iluminar la oscuridad entorno al conocimiento.
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