SIMEÓN II: DE ZAR A PRIMER MINISTRO
Bulgaria es un país de los Balcanes, situado al este del continente europeo, con un tamaño de 110.879 km2. Es uno de los países por los cuales cruza el Danubio, limitando con Rumanía, Serbia, Macedonia del Norte, Grecia y el Mar Negro. Su población no llega a los 7 millones de habitantes de los cuales, en su capital Sofía, tenemos 1,3 millones actualmente.
Y también,
como otros países de Europa del Este en algún momento de su historia (ya os
hablé de Miguel I y de Rumanía en una ocasión anterior), Bulgaria fue una
monarquía, cuyo jefe de Estado tenía el título de zar. El último de ellos fue
Simeón II, que fue zar de Bulgaria entre el 28 de agosto de 1943 y el 15 de
septiembre de 1946.
Simeón nació
en Sofía el 16 de junio de 1937, siendo el hijo menor y único varón del zar
Boris III y de la consorte Juana de Saboya. Tiene una hermana mayor, la infanta
María Luisa de Leiningen, que nació en 1933. Apenas tenía 6 años cuando su
padre falleció en extrañas circunstancias, de forma posterior a tener un
encuentro con Adolf Hitler, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Debido a
eso, se formó un consejo de regentes, encabezados por el tío paterno de Simeón,
el príncipe Kyril, el primer ministro Bogdan Filov y el general Nikola Mikhov.
Dicha regencia terminó tras la Revolución del 4 de julio de 1944, promulgada
por los comunistas búlgaros, con apoyo de tropas soviéticas. Todos los miembros
del consejo regente fueron arrestados, acusados de “alta traición” y ejecutados
tras un juicio sumarísimo.
Durante el
resto de la Segunda Guerra Mundial, lo que quedaba de la familia real búlgara
permaneció aislada en el Palacio de Vrana, siendo testigos de los bombardeos de
la RAF británica, ya que Bulgaria era oficialmente parte del Eje. Con la guerra
ya terminada, el país quedó en la órbita soviética, ocupado por el Ejército
Rojo y con todos los partidos políticos (liberales, conservadores y
socialdemócratas incluidos) ilegalizados.
El 6 de
septiembre de 1946, se celebró un referéndum para escoger entre monarquía o “república
democrática”, con un abultado resultado del 96% a favor de la segunda opción.
Debido a esto, el 15 de septiembre se proclamó la república y se exilió a la
familia real. Simeón II, que tenía para entonces 9 años, no llegó siquiera a
firmar documentos de abdicación oficiales.
Primero
viajaron a Egipto, donde se encontraba el abuelo materno de Simeón, el rey de
Italia Víctor Manuel III. Después, acogiéndose a la protección del régimen
franquista, llegaron a Madrid, estudiando en el Liceo Francés de la capital
española y convirtiéndose más tarde en miembro de la junta directiva de Thomson,
compañía audiovisual de origen francés.
El 21 de
enero de 1962, Simeón se casó con la aristócrata española Margarita Gómez-Acebo,
con quien ha tenido 5 hijos: Kardam, Kyril, Kubrat, Konstantin-Assen y Kalina.
Desde su exilio en España, el exmonarca se mantuvo en contacto con exiliados búlgaros
y personalidades contrarias al régimen comunista de aquel país. Sus esfuerzos y
espera valieron la pena, pudiendo regresar a su viejo país en 1996, tras el proceso
de desintegración de la Unión Soviética. Una vez allí, fundó su partido
político: el Movimiento Nacional para la Estabilidad y el Progreso, de carácter
liberal-conservador.
En las
elecciones legislativas de 2001, Simeón fue elegido primer ministro con 119
escaños de 240 posibles, siendo ésta la primera vez en la que un monarca
destronado recupera el poder de forma democrática bajo formas de gobierno
republicanas. Si bien ha defendido la labor de la monarquía en el pasado,
Simeón nunca ha buscado restaurar la misma en Bulgaria. Durante su mandato, se
unieron tanto a la OTAN como a la Unión Europea.
Simeón
perdió las siguientes elecciones legislativas de 2005, más por la corrupción de
algunos ministros implicados en escándalos financieros, que por su propia
acción. Tras ser derrotado, anunció su retirada de la política, no sin antes introducir
a su partido en la alianza liberal del varias veces primer ministro Boiko Borísov.
En los años
más recientes, ha sufrido la muerte de su hijo mayor Kardam en 2015, que quedó parapléjico
por un accidente de coche en Madrid, así como la confiscación de bienes
personales en Bulgaria por el Gran Juzgado de Sofía. Dicha causa, todavía sin
resolver, se encuentra actualmente en manos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
También ha
escrito un libro autobiográfico, presentado en la sede de la UNESCO en 2014,
que cuenta su historia: Simeón II de Bulgaria, un destino singular.
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